Por qué Acompañar

y Atender al Sufriente

evita desgracias.

(Ilustración de George Red Reev)

Para explicar por qué Acompañar al que Sufre

puede evitar desgracias pronosticadas,

es necesario entender primero

que muchas desgracias proceden

de "energías demonificadas acumuladas".

 

Llamo energías demonificadas

(de momento,

y a falta de un nombre mejor)

a las que se generan por mucho sufrimiento y dolor

sin ser atendido,

acompañado, procesado ni sanado.

 

(Sobre eso trata mi libro DEMONOLOGÍA, en parte

y el libro LA SANACiÓN DE LOS INFIERNOS)

 

Y este proceso funciona así:

Si te pisan el pie una vez, te quejas.

Si te lo pisan 3, empiezas a irritarte.

Si te lo pisan 5 veces,

ya te sale el impulso de huir

o, si no, de GOLPEAR al que te pisa.

 

Pero si no puedes huir,

y te sigues quejando,

pero te pisan el pie más y más,

y encima se burlan de ti

o fingen que no existes,

entonces ya empiezas a desear

que les suceda ALGO MALO

a los que te pisan.

 

Así funciona la demonificación.

Es un proceso casi alquímico,

e inevitable en cierto modo,

que procede de la propia NATURALEZA

de los seres vivos,

de su instinto de supervivencia,

auto defensa y auto conservación,

cuando todo fracasa

y va de mal en peor.

 

Les sucede a los niños

y a los adultos,

a los animales

y a los humanos

e inclusive a las plantas,

que, a veces,

desarrollan venenos o pinchos

como estrategia para evitar ser comidas.

 

La demonificación no es elegida

la mayor parte de las veces,

sino que sucede incluso sin querer

y generalmente en LA SOMBRA

del ser humano.

 

Solo a veces es algo consciente

y "elegido",

en el sentido de "aprobado"

(y a veces, hasta fomentado)

por quien la sufre.

 

Pero en general,

cuanto más dañas a alguien

más sufre su energía vital

y más busca una SALIDA.

 

Y si no la encuentra,

empieza a buscar LA MUERTE,

ya sea la propia

o la de aquel que lo aplasta.

 

Porque siente que la muerte

es "la" salida.

 

Pero para entonces

ya puede haber un deseo

de HACER DAÑO con dolor,

de hacer sufrir al "verdugo",

al perseguidor.

 

Cuando la demonificación prosigue

y no se soluciona nada,

entonces se puede convertir

en una especie de enfermedad del ser

que produce una degeneración

o DESVIRTUACIÓN del mismo.

 

En lenguaje cristiano,

ahí es cuando el "ángel"

se convierte en "demonio".

(Aunque yo no veo las cosas

de manera tan simplificada)

 

Elegí la palabra demonificación

para ser mejor entendida en una sociedad

de cultura predominantemente cristiana,

que necesita símbolos simples y rápidos

para resumir y entender

algunas verdades COMPLEJAS.

La cuestión es que lo mismo que sucede

con un individuo

se cumple con los COLECTIVOS.

 

Un colectivo que es cíclicamente masacrado,

si no es ayudado después,

atendido, resarcido,

haciendo JUSTICIA sobre lo que le sucedió,

(haciendo reparación de daños,

y trabajando para la reconciliación)

da por sentado que vivirá en su seno

procesos de demonificación,

que pueden acarrear

o bien depresión suicida

y conductas autodestructivas

(por parte de las víctimas),

o bien ira destructiva y extrema

contra su "verdugo", o "perseguidor".

 

Y sobre esto se podría hablar muchísimo,

porque como se imaginará cualquiera,

el tema "no es sencillo"

 

Pues, para empezar,

hay debate y controversia

acerca de qué significa verdugo

y qué significa víctima,

y quién es qué,

(QUIÉN EMPEZÓ ANTES)

y MUCHA confusión

y polémica al respecto.

 

Además, yo NO estoy diciendo

que APRUEBE la demonificación

o que me parezca "bien".

 

Al revés: intento señalar

el PROCESO casi automático

e inconsciente

que todo ser vivo sufre por dentro

cuando las otras "salidas"

han ido desapareciendo.

 

Porque mi deseo es contribuir a EVITAR

las demonificaciones,

previniéndolas.

 

Y mi compromiso de hace años

fue ayudar a SANAR

a muertos demonificados

que, a veces, han llegado

y llegan hasta mí.

 

Fue escuchando a esos muertos

y con ayuda de mis guías

que aprendí todo esto,

a través de la experiencia

enfocando infiernos

y escuchando terribles historias

de víctimas sin nombrar

ni escuchar

ni atender

ni sanar.

 

Porque NO SE LAS AMÓ.

 

Y esa es la clave, por supuesto:

la falta de AMOR.

 

Abajo, una muestra de

falta de AMOR

en una miniatura medieval

que representa un colectivo

(en este caso, judíos)

siendo QUEMADO VIVO.

De manera que esta sección

está DIRECTAMENTE relacionada

con LA SANACIÓN DE INFIERNOS,

porque si se evitan las demonificaciones,

o si se atiende el sufrimiento ya "infernal"

de personas o colectivos

que cargan con todas estas memorias

traumáticas,

entonces se puede EVITAR

que "energías vitales desesperadas y llenas de ira"

emprendan acciones DESTRUCTIVAS

que, a veces,

solo van a empeorar todo

(aunque esto depende)

 

Y el peor escenario

es una guerra.

 

Pero sucede.

Pues el origen de algunas guerras

es este.

 

Y de entre todas las guerras

las peores se dan

entre DOS colectivos

con memorias demonificadas

o cargas muy traumáticas

transgeneracionales

que están sin resolver,

atender,

escuchar, ni sanar.

 

Porque no se les ha amado.

O no lo suficiente.

 

Este tipo de conflicto

es el más peligroso,

porque las SOMBRAS demonificadas

(es decir, desesperadas y cargadas de ira)

de AMBOS LADOS

respiran deseo de muerte,

o incluso de morir matando,

si no sienten que haya otra salida.

 

Así que pueden llegar a generar

un escenario de Mutua Destrucción Asegurada,

porque, en su trasfondo,

solo desean TERMINAR

con un sufrimiento inacabable

que ni siquiera saben

NOMBRAR.

 

Pero en un escenario así

no hay "LIBERACIÓN",

pues lo único que crece y prospera ahí

son los "demonios" que devoran dolor,

sufrimiento y muerte.

 

Y, por consiguiente,

cada vez son más grandes y poderosos

y se alejan más y más

de su naturaleza original perdida.

 

(Pintura de Beksinski)

Pero antes de llegar ahí,

e incluso ANTES de llegar

a escenarios de destrucción

no tan total,

pero igualmente dolorosa,

se pueden HACER muchas cosas.

 

Y la primera es ESCUCHAR al que se queja,

(ese que dice que le estás pisando el pie)

 

Pero también es necesario

iniciar la SANACIÓN de individuos

y colectivos

que cargan con severos traumas

de esta vida,

o de tipo ancestral.

 

Porque cuando das ESCUCHA

y ATENCIÓN

a los entes demonificados,

recuperan su naturaleza original

y se produce LA PAZ.

 

Abajo, dos imágenes en dos extremos:

Madre "demonificada"

y Madre "consagrada".

Y en el medio,

madres humanas de a pie,

¡que solo quieren VER CRECER

a sus hijos

y que sean felices!

 

¿Es tanto pedir...?

Podemos crear,

entre todos,

esto:

(Pintura de Elena Kokin)

O esto:

(Ilustración de Beksinski)

Y aunque muchos crean

que cuando se muere la gente

todo se terminó,

y que si las víctimas mueren no queda nada

de haber abusado de un niño,

maltratado a una familia,

o aniquilado a pueblos enteros,

se equivocan.

 

TODO DEJA HUELLA.

Y en la Tierra caen la sangre

o las cenizas.

 

Y todo eso es MEMORIA

que no desaparece así, sin más.

 

Al contrario:

Esa memoria

es CONSCIENCIA

y busca un lugar donde habitar

hasta lograr ser VISTA o ESCUCHADA por fin.

 

Así que yo propongo

empezar POR EL PRINCIPIO

a AMAR

la vida

y evitar el SUFRIMIENTO

desde su inicio.

 

Por AMOR.

 

Y también porque no deseo

más cultivo de sufrimiento,

ni de demonios enloquecidos,

sino que deseo EL SER en plenitud,

los niños y los jardines.

 

Pues además,

desde mi perspectiva,

los Jardines y los Niños

¡son lo que más le gusta a Dios!

 

Pero seguiré en otro capítulo

contando algo más...

 

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Comentarios

Maria Luisa Mendoza
hace un año

Gracias Ur, 🙏❤️🙌🙌🙌